Durango, una hermosa localidad del País Vasco, se iba a convertir en las noches de la primera semana de junio en el epicentro de la innovación ferroviaria europea. Mientras la ciudad dormía, los raíles que atraviesan la villa se preparaban para algo extraordinario: una serie de pruebas que podrían redefinir el futuro de las comunicaciones críticas en el transporte.
Después de tres años de trabajo, miles de horas de investigación y colaboración intensa para diseñar el sistema y tras testar la solución en laboratorio, las empresas que conforman el consorcio MoySEST, liderado por Teltronic, y que cuenta con la participación de Kenmei, Nemergent y S2 Grupo como socios, se reunieron para poner a prueba en condiciones reales de uso el resultado de su esfuerzo.
El proyecto MoySEST, respaldado por la Unión Europea y enmarcado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, forma parte del programa ÚNICO 5G Sectorial, es una apuesta decidida por llevar la conectividad de nueva generación a los corredores de transporte, creando un nuevo paradigma que impulse la digitalización del tren mediante el uso de redes banda ancha. Con el FRMCS (Future Railway Mobile Communication System) siempre en el horizonte; el 5G, la tecnología MCX y la ciberseguridad tomaron iban a jugar un papel determinante.

Gracias al apoyo imprescindible de ETS (Euskal Trenbide Sarea) y Euskotren, uno de los trenes de la línea 1 de Euskotren se convirtió en un laboratorio móvil. A bordo, los equipos técnicos trabajaron para comprobar que el nuevo sistema 5G ofrece una solución viable para las comunicaciones tren tierra de acuerdo con las estrictas necesidades del entorno ferroviario.
Y lo fue.
Durante varias noches, un tren de pruebas fuera del horario comercial, esto es, sin clientela, recorrió un tramo de vía especialmente habilitado en el que en las semanas previas se había instalado una red 5G privada, mientras los sistemas embarcados transmitían grandes volúmenes de datos y video en tiempo real al centro de operaciones instalado en las cocheras de Lebario, desde donde se seguía la evolución de las pruebas.

Las métricas obtenidas de cobertura, latencia, estabilidad y seguridad confirmaron que el ecosistema FRMCS (Future Railway Mobile Communication System), basado en tecnología MCX (Mission Critical Services) y redes 5G podía operar con garantías. Las sondas de ciberseguridad no descansaron: cada anomalía inducida en los distintos niveles de acceso del sistema fue detectada, registrada, y contrarrestada.
Pero esta historia aún no termina. La fase final del proyecto MoySEST tan solo acaba de comenzar. Ahora, con miles de datos recopilados durante esas noches, el reto vuelve al laboratorio: analizar, depurar y transformar esa información en conocimiento. Análisis que permitirán validar, con la evidencia en la mano, que el futuro de las comunicaciones ferroviarias es una realidad en vías de convertirse en estándar.
Durango fue probablemente el primer paso de una transformación. El tren de pruebas realizó un buen número de kilómetros, con un destino claro: un transporte más seguro, más conectado, más eficiente y preparado para los desafíos del futuro inmediato.
